martes, 8 de marzo de 2022

Jugadas absurdas de baloncesto actual

Viendo los partidos actuales, en especial los de la NBA, hay algunas situaciones que no entiendo o que simplemente me parecen absurdas. No sé si se trata de reflexiones de abuelo cebolleta pero no me explico por qué ciertas jugadas se han convertido en costumbre habitual sin que haya ningún sentido para ello. A continuación enumeraré algunas de ellas.

No hacer falta en la última posesión cuando se gana por 3 puntos
Jugada muy NBA que con el tiempo se está trasladando a Europa. Que sí, que está muy bien confiar en tu defensa pero haciendo una falta, ganas el partido y se acabó. En la NBA es extrañísimo ver a un equipo haciendo falta para evitar el triple final, que en caso de entrar, llevaría el partido a la prórroga.
Ejemplo muy claro de esto lo tenemos en la final de la NBA de 2013: La serie está 3-2 para los Spurs que van ganando por 3 puntos el sexto partido en Miami. En la última jugada Lebron falla un triple, Bosh coge el rebote y Ray Allen encesta un triple desde la esquina a falta de 5.2 segundos. A partir de ahí, Miami gana en la prórroga, empata la serie y posteriormente vence en el séptimo partido en casa. 
Sobre jugadas como esta, Popovic declaró una vez que él no tiene por qué hacer lo mismo que se hace en Europa. Perfecto Gregg, tú sabrás pero con una simple faltita tendrías 6 anillos en vez de 5.
Por cierto, que la falta que yo sugiero está mal vista en la NBA, pero el mismo Popovic fue el que inventó el hack, es decir, hacer continuamente faltas al peor lanzador de tiros libres del otro equipo. Ocurrió sobre O'Neal en 2008, eso sí que es elegante.


No tirar a canasta la última jugada del partido
Esta jugada no produce ninguna variación significativa en el marcador pero me pone enfermo, no lo puedo evitar. Qué alguien me explique cuál es el origen de esta chorrada, que se ha convertido en costumbre en el mundo entero. A mí me gusta ver el partido hasta el final y no entiendo por qué no una jugada más o incluso 2.
Para más inri, ahora resulta que si un equipo no hace el paripé de turno, el otro se enfada, pudiendo acabar la cosa incluso en pelea.
Esta situación tiene su más absurda culminación en aquellos partidos en los cuales cuenta el basket average, ya sea parcial (entre 2 ó nñas equipos) o general, por ejemplo en la clasificación para la Copa del Rey.

No lanzar desde lejos al final de un cuarto.
Se puede discutir el valor de las estadísticas en el baloncesto pero nunca serán más importantes las estadísticas que las victorias, a no ser que a un jugador en particular le interese mejorar sus estadísticas aunque eso perjudique a su equipo.
El único motivo por el que se me ocurre que los jugadores no tiran desde campo propio al final de un periodo es el de no apuntarse un fallo en la estadística. En ocasiones incluso, para darle un toque aún más ridículo, el jugador en cuestión espera a que suene la bocina e inmediatamente tira como si no le hubiese dado tiempo.
Estos tiros casi nunca entrarán, pero si entran, te llevas 3 puntos con los que no contabas. No entiendo como los entrenadores permiten a los jugadores que no lancen porque es un gesto de puro egoísmo.

Lanzar un triple sobre la bocina cuando se está 1 punto abajo
Todo tiene matices. Lógicamente si estás 1 abajo y encuentras a un jugador solo en la línea de 3, normalmente en la equina, pues tiras un triple, que es muy probable que entre. 
Sin embargo hay otras muchas situaciones en las que los jugadores prefieren lanzar un triple a la desesperada en lugar de penetrar o buscar un tiro más cercano. De esta forma no solamente el tiro sería más sencillo sino que además la probabilidad de recibir una falta es mucho mayor.
Me imagino que todo esto viene por 2 motivos: la obsesión por lanzar triples de manera compulsiva y los highlights. Está claro que no queda igual de bonito un tiro a 4 metros que un triple con fade away desde 8, aunque en mi opinión lo bonito es hacer lo correcto y no intentar lucirse individualmente.
En la imagen siguiente tenemos, en el primer partido de la temporada 2020-21, a Tatum lanzando un triple desde 8 metros con Antetokoumpo encima. Todos los astros se alinearon para que Tatum consiguiese que su pedrada contra tablero entrase y le diese la victoria a los Celtics. En la prensa se habló de canasta increíble pero a mí lo que me pareció fue un churro con suerte, y si yo fuera el entrenador, no felicitaría a Tatum precisamente.


Última posesión siempre para la estrella
Esta situación se da también mucho más en la NBA que en baloncesto FIBA. El caso es que independientemente de cómo esté defendido, de los lejos que esté de la canasta o cualquier otra circunstancia, la estrella del equipo se tiene que jugar el balón decisivo. 
En la temporada 2018-19 se produjo una situación realmente llamativa en el partido entre Toronto y Charlotte. Con los Hornets 2 abajo, sacan de banda y el balón le llega a Jeremy Lamb, que lanza desde su campo y encesta un triple milagroso que les da la victoria. Lo curioso es que Kemba Walker (la estrella del equipo en ese momento), esperaba recibir el balón para jugársela él y al no ser así, cuando Lamb tira, se gira enfadado e incluso no celebra el canastón de Lamb. Posteriormente se lo pensó mejor y fue a abrazar a sus compañeros.



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